sábado, 15 de diciembre de 2007

Tzara

Sensibility is not constructed on the basis of a word; all constructions converge on perfection which is boring, the stagnant idea of a gilded swamp, a relative human product.

sábado, 8 de diciembre de 2007

De rerum natura

El ser feliz e incorruptible no tiene preocupaciones ni se las proporciona a otros, por tanto no se ocupa de enfados ni agradecimientos [...].

lunes, 3 de diciembre de 2007

Más importante que la ciencia es su resultado,
una respuesta provoca cien preguntas.
Más importante que la poesía es  su resultado,
un poema evoca cien actos heroicos.
Más importante que el reconociemiento es su resultado,
el resultado es dolor y culpa.
Más importante que la procreación es el hijo.
Más importante que la evolución de la creación
es la evolución de creador.
En el lugar de lo imperativo está el emperador.
En el lugar de lo creativo está el creador.
Un encuentro de dos: ojo a ojo, cara a cara.
Y cuando estés cerca arrancaré tus ojos
y los colocaré en el lugar de los míos,
y tú arrancarás mis ojos
y los colocarás en el lugar de los tuyos,
entonces te miraré con tus ojos
y tú me mirarás con los míos.
Así hasta la cosa común sirve al silencio y
nuestro encuento es la meta sin cadenas:
el lugar indeterminado, en un momento indeterminado,
la palabra indeterminada al hombre indeterminado.
 
Moreno

sábado, 1 de diciembre de 2007

Silencio

“…De innumerables artimañas se sirve la Naturaleza para convencer al hombre de su finitud; el fluir incesante de la marea, la furia de la tormenta, la sacudida del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo…, pero entre todas ellas la más temible, la más estremecedora, es la pasividad del silencio blanco. Todo movimiento cesa, el aire se despeja, el cielo se vuelve de latón, el más ligero murmullo parece un sacrilegio, y el hombre asusta y se intimida ante el sonido de su propia voz. Único átomo de vida en la vastedad de un mundo muerto tiembla ante su propia audacia y cae en la cuenta de que es una quimera y nada más. Extraños pensamientos surgen entonces, sin que nadie requiera su presencia, y el misterio de las cosas pugna por darse a conocer. El temor a la muerte, a Dios, al Universo, se apodera de él, y junto con el temor, la esperanza en la resurrección y en la vida, el deseo de la inmortalidad, el vano afanarse de la esencia aprisionada. Esa es la ocasión, si es que hay alguna en la vida, en que el hombre camina solo con su Dios…”

El silencio blanco
Jack London

jueves, 29 de noviembre de 2007

Honor

El honor se compra y se vende al igual que el culo... Dadá, él, no siente nada, no es nada, nada, nada. Es como vuestras esperanzas: nada. Como vuestros paraísos: nada. Como vuestros ídolos: nada. Como vuestros héroes: nada...

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Tiranos del placer

“…No hay hombre que no quiera ser déspota cuando su miembro se pone rígido: se le ocurre que tendrá menos placer si los otros parecen sentirlo tanto como él. En ese momento, por un instintivo sentimiento de orgullo, desearía ser el único en el mundo capaz de experimentar lo que siente; la idea de ver a otro gozar como él lo lleva a una especie de igualdad que anula los indescriptibles encantos que le hace experimentar el despotismo. Por otra parte, es falso que haya placer en darlo a otros; esto es servirles, y el hombre que está excitado se halla muy lejos del deseo de ser útil a los otros. Al hacer el mal, por el contrario, experimenta todos los encantos de que disfruta un individuo vigoroso que puede hacer uso de su fuerza; él es quien domina entonces, es el tirano. ¡Y cuánta diferencia hay para el amor propio! En ese caso no creemos que deba ocultarlo…”

Filosofía en el tocador
Marqués de Sade

lunes, 19 de noviembre de 2007

Espectador del Mundo

En los files de Abulafia he encontrado muchas páginas de un seudodiario que Belbo había confiado al secreto de los disquettes, seguro de no traicionar su vocación, tantas veces proclamada, de mero espectador del mundo. Algunos llevan una fecha lejana, evidentemente transcribió allí viejas anotaciones, por nostalgia, o porque pensaba volver a utilizarlas de alguna manera. Otros son de estos últimos años, de cuando ya disponía de Abu. Escribía como simple juego mecánico, para reflexionar en solitario sobre sus propios errores, se engañaba pensando que no estaba "creando" porque la creación, aun cuando es fuente de error, siempre se produce por amor a alguien distinto de nosotros. Pero Belbo, sin darse cuenta, estaba pasando al otro lado de la barrera. Estaba creando, y más le hubiera valido no hacerlo: su entusiasmo por el Plan surgió de esa necesidad de escribir un Libro, aunque todo él fuera único, exclusivo, feroz error intencional. Mientras te contraigas en el vacío puedes pensar aún que estás en contacto con el Uno, pero tan pronto como manosees la arcilla, aunque sea electrónica, te conviertes en demiurgo, y quien se empeña en hacer un mundo ya está comprometido con el error y con el mal.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Vuelo Supremo

Quiero vivir la vida aventurera
de los errantes pájaros marinos
no tener para ir a otra ribera
la prosaica visión de los caminos
poder volar cuando la tarde muera
entre fugaces lampos anmarinos
y oponer a los raudos torbelllinos
el ala fuerte y la mirada fiera,
huir de todo lo que sea humano
embriagarme de azul soberano
de dos inmensidades mar y cielo
y cuando sienta el corazón cansado
morir sobre un peñon abandonado
con las alas abiertas para el vuelo.

Julian Marchena

Siempre

Siempre esta sensación de inquietud. De esperar más.
Hoy son las mariposoas mañana será la tristeza
inexplicable, el aburrimiento o la actividad desenfrenada
por arreglar este o aquel cuarto, por coser, por ir aquí o
allá a hacer mandados, mientras trato de tapar el Universo
con un dedo, hacer mi felicidad con ingredientes de
receta de cocina, chupándome los dedos a ratos y a ratos
sientiendo que nunca podré llenarme, que soy un barril sin
fondo, sabiendo que "no me conformaré nunca" pero
buscando absurdamente conformarme mientras mi
cuerpo y mi mente se abren, se extienden como poros
infinitos donde anida una mujer que hubiera deseado ser
pájaro, mar, estrella, vientre profundo dando a luz
Universos, novas relucientes... y ando reventando
palomitas de maíz en el cerebro, blancas motitas de
algodón, ráfagas de poemas que me asaltan todo el día y
hacen que quiera inflarme como globo para llenar el
mundo, la Naturaleza, para empaparme en todo y estar en
todas partes, viviendo una y mil vidas diferentes...
Más he de recordar que estoy aquí y seguiré
anhelando, agarrando pizquitas de claridad, haciendo yo
misma mi vestido de sol, de luna, el vestido verde-color
de tiempo con el que he soñado vivir alguna vez en Venus.
 
Gioconda Belli

martes, 13 de noviembre de 2007

Decir espera es un crimen,
decir mañana es igual que matar,
ayer de nada nos sirve,
las cicatrices no ayudan a andar.

Sólo morir permanece
como la más inmutable razón,
vivir es un accidente,
un ejercicio de gozo y dolor.

Que no, que no, que el pensamiento
no puede tomar asiento,
que el pensamiento es estar
siempre de paso, de paso, de paso...
L.E.Aute

viernes, 9 de noviembre de 2007

Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
 
Jorge Luis Borges

jueves, 8 de noviembre de 2007

Alicia cogió el abanico y los guantes, y, como hacía mucho calor en la sala, se puso a abanicarse mientras decía: ¡Dios mío, Dios mío!¡Qué raro es todo hoy, mientras que ayer todo era tan normal! Me pregunto si habré cambiado algo durante la noche. A ver: ¿estaba igual cuando me levanté esta mañana? Casi creo recordar que me sentí un poco diferente. Pero, si no soy la misma, la siguiente pregunta es: ¿Quién soy yo? ¡Ah, ése es el gran enigma! 
 
Lewis Carroll

lunes, 5 de noviembre de 2007

Tú llevabas dentro de ti una imagen de la vida, estabas dispuesto a hechos, a sufrimientos y sacrificios, y entonces fuiste notando poco a poco que el mundo no exigía de ti hechos ningunos, ni sacrificios, ni nada de eso, que la vida no es una epopeya con figuras de héroes y cosas por el estilo, sino una buena habitación burguesa, en donde uno esta perfectamente satisfecho con la comida y la bebida, con el café y la calceta, con el juego del tarot y la música de la radio. Y el que ama y lleva dentro de sí lo otro, lo heroico y bello, la veneración de los grandes poetas o la veneración de los santos, ese es un necio y un quijote. (…) Para este mundo sencillo de hoy, cómodo y satisfecho con tan poco, eres tú demasiado exigente y hambriento; el mundo te rechaza, tienes para él una dimensión de más… El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo, en vez de jugueteo pura pasión, para ése no es hogar bonito este mundo que padecemos…


Hermann Hesse

miércoles, 31 de octubre de 2007

Uno de mi calle me ha dicho
que tiene un amigo que dice
conocer un tipo
que un día fue feliz.
Y me ha dicho que dicen, que dijo
que se tropezó en la calle
con un sueño y se entretuvo,
y desde entonces no estuvo
para nada
ni para nadie.
Y a salvo de su conciencia
estrenó nuevas sensaciones
y asombrado
comprobó que le iba bien.
Y me han dicho que dicen, que dijo
que recreándose en la suerte
de ese sueño que atrapó,
pegó un grito
y se escuchó
por primera vez.
Era un hombre como cualquiera:
Ignorado,
desorientado,
contaminado como cualquiera;
aburrido
desconocido
y poco atrevido donde lo hubiera.
Y dicen que creció de tal modo
que llegó a alcanzar las estrellas,
que se sonrió con razón
como lo hacen los bobos sin ella.
Y uno de mi calle me ha dicho
que han dicho las autoridades
que pasó el peligro,
que todo esta bajo control,
que se trataba de un caso aislado,
pero no obstante recomiendan
que se tomen precauciones,
que quien lo prueba una vez
sueña con reincidir
Si usted es un hombre como cualquiera:
Ignorado,
desorientado,
contaminado como cualquiera;
aburrido,
desconocido
poco atrevido donde lo hubiera,
no vaya usted a crecer de tal modo
que llegue a las estrellas,
que sonría con razón
como lo hacen los bobos sin ella.
Que uno de mi calle me ha dicho
que tiene un amigo que dice
conocer un tipo
que un día fue feliz.

martes, 30 de octubre de 2007

Mi historia

Si alguna vez me tuviste en alguna estima,
absténte de goces por un tiempo,
y en este mundo cruel exhala tu aliento dolorido
narrando mi historia...

viernes, 26 de octubre de 2007

Karma

“…Atención, pues, a la lección moral. Érase una vez, en el antiguo país de las fábulas, una familia integrada por un padre, una madre, un abuelo que era el padre del padre y el ya mencionado niño de ocho años, un muchachito. Sucedía que el abuelo ya tenía mucha edad, por eso le temblaban las manos y se le caía la comida de la boca cuando estaban a la mesa, lo que causaba gran irritación al hijo y a la nuera, siempre diciéndole que tuviera cuidado con lo que hacía, pero el pobre viejo, por más que quisiera, no conseguía contener los temblores, peor aún si le regañaban, el resultado era que siempre manchaba el mantel o el suelo al dejar caer la comida, por no hablar de la servilleta que le ataban al cuello y que era necesario cambiarla tres veces al día, en el desayuno, al almuerzo y a la cena. Estaban las cosas así y sin ninguna expectativa de mejoría cuando el hijo decidió acabar con la desagradable situación. Apareció en casa con un cuenco de madera y le dijo al padre, A partir de ahora comerá aquí, sentado en el patio que es más fácil de limpiar para que su nuera no tenga que estarse preocupando con tantos manteles y tantas servilletas sucias. Y así fue. Desayuno, almuerzo y cena, el viejo sentado solo en el patio, llevándose la comida a la boca conforme era posible, la mitad se perdía en el camino, una parte de la otra mitad se le caía por la boca abajo, no era mucho lo que se le deslizaba por lo que el vulgo llama el canal de la sopa. Al nieto no parecía importarle el feo tratamiento que le daban al abuelo, lo miraba, luego miraba al padre y a la madre, y seguía comiendo como si nada tuviera que ver con el asunto. Hasta que una tarde, al regresar del trabajo, el padre vio al hijo trabajando con una navaja un trozo de madera y creyó que, como era normal y corriente en esas épocas remotas, estaría construyendo un juguete con sus propias manos. Al día siguiente, sin embargo, se dio cuenta de que no se trataba de un carro, por lo menos no se le veía el sitio donde se le pudieran encajar unas ruedas y entonces preguntó, Qué estás haciendo. El niño fingió que no había oído y siguió excavando en la madera con la punta de navaja, esto pasó en el tiempo que los padres eran menos asustadizos y no corrían a quitar de las manos de los hijos un instrumento de tanta utilidad para la fabricación de juguetes. No me has oído, qué estás haciendo con ese palo, volvió a preguntar el padre, y el hijo, sin levantar la vista de la operación respondió, Estoy haciendo un cuenco para cuando seas viejo y te tiemblen las manos, para cuando tengas que comer en el patio, como el abuelo…”

Todas las muertes

“…Porque cada uno de vosotros tenéis vuestra propia muerte, la transportáis en algún lugar secreto desde que nacéis, tú le perteneces, Y los animales, y los vegetales, Supongo que a ellos les pasará lo mismo, Cada cual con su muerte, Así es, Entonces las muertes son muchas, tantas como seres vivos existieron, existen y existirán, En cierto modo, sí, Te estás contradiciendo, exclamó el aprendiz de filósofo, Las muertes de cada uno son muertes, por decirlo así, de vida limitada, subalternas, mueren con aquel a quien mataron, pero sobre todas habrá otra muerte mayor, la que se ocupa del conjunto de seres humanos desde el alborear de la especie, Hay por tanto una jerarquía, Supongo que sí, Y para los animales, desde el más elemental protozoo hasta la ballena azul, También, Y para los vegetales, desde las diatomeas a la secuoya gigante, ésta antes citada en latín por el tamaño, Según lo que creo saber, les pasa lo mismo a todos, O sea, cada uno son su muerte propia, personal e intransmisible, Sí, Y después otras dos muertes generales, una para cada reino de la naturaleza, Exacto, Y ahí se acaba la distribución jerárquica de las competencias que tánatos delega, preguntó el aprendiz de filósofo, Hasta donde mi imaginación alcanza, todavía veo otra muerte, la última, la suprema, Cuál, La que tendrá que destruir el universo, esa que realmente merece el nombre de muerte, aunque cuando esto suceda ya no haya nadie para pronunciarlo, lo demás de lo que hemos estado hablando no dejan de ser pormenores ínfimos, insignificancias, Por tanto, la muerte, la muerte no es única, concluyó innecesariamente el aprendiz de filósofo, Es lo que ya estoy cansado de explicarte, Es decir, una muerte, la que es nuestra, ha suspendido su actividad, las otras, las de los animales y los vegetales, siguen operando, son independientes, cada una trabajando en su sector, Ya estás convencido, Sí, Entonces vete por ahí y anúncialo a la gente, dijo el espíritu que pairaba sobre las aguas del acuario. Y fue así como la polémica empezó…”


Las intermitencias de la muerte
José Saramago

domingo, 14 de octubre de 2007

Canción de Alicia en el país

Quién sabe Alicia este país
no estuvo hecho porque sí.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas
¿dónde más vas a ir?

Y es que aquí, sabes
el trabalenguas trabalenguas
el asesino te asesina
y es mucho para ti.
Se acabó el juego que te hacía feliz.

No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño se acabó.
Ya no hay morsas ni tortugas
Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
juegan cricket bajo la luna.
Estamos en la tierra de nadie, pero es mía.
Los inocentes son los culpables, dice su señoría.
el Rey de espadas.

No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,
no tendrás poder,
ni abogados, ni testigos.
Enciende los candiles que los brujos
piensan volver
a nublarnos el camino.

Estamos en la tierra de todos, en la vida.
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruinas sobre ruinas,
querida Alicia.

Se acabó ese juego que te hacía feliz.
Cuento con las alas del mar
si no encuentro un ser humano que me pase a buscar
simpre tiemblo y vuelvo a temblar
no me mires, no me toques si me pongo a gritar
muy bien, yo salgo a bailar
en medio de los coches y, oh! no!
yo sueño que soy yo
yo muero de odio
por que me dicen lo que tengo que hacer?
el se convirtio en superstar
el telefono no para, no para de llamar
por la noche vino el doctor,
su enfermera Mary Poppins y el deshollinador
tu tienes cuerpo de fusil
yo estoy siempre a punto de estallar, no!
yo sueño que soy yo
yo muero de odio
por que me dicen lo que tengo que hacer?
no quiero ver el sol quiero ver el sol
quiero hacerlo
no me hagas daño ni me des amor
por lo menos hoy quiero hacerlo
cuento con las alas del mar
si no encuentro un ser humano que me pase a buscar
ya no puedo verme llorar
es de noche y se hace tarde
yo te espero en el bar.
 

viernes, 12 de octubre de 2007

¿Qué importa?

¿Qué importa cuánto peso?
Tu no me cargas en la espalda
¿Qué importa cuánto mi talla?
No eres quien hace mi ropa
¿Qué importa cuánto mido?
Nunca me llevas en tu bolsillo
¿Qué importa el color de mis dientes?
Lo importantes es que sonrío
¿Qué importan las facciones de mi rostro?
Si nunca me miras a los ojos
¿Qué importa de qué color pinte el olvido?
Ese color es siempre mío.

-AnnaWo

martes, 9 de octubre de 2007

Este soy yo

Este soy yo, un pequeño animal llamado hombre, un ápice de materia vital, setenta y cinco kilos de carne, sangre, nervios, tendones, huesos y cerebro, todo ello blando y tierno, susceptible al dolor, falible y frágil... Hundo la cabeza cinco minutos en el agua y me ahogo, caigo de una altura de seis metros y me aplasto. Soy una criatura a merced de la temperatura. El termómetro desciende unos cuantos grados y mis dedos y mis orejas se ennegrecen y se caen... Soy débil, frágil, una brizna de vida latente y gelatinosa, eso es lo que soy. A mi alrededor se alzan las grandes fuerzas de la naturaleza, amenazas colosales, titanes de la destrucción, monstruos carentes de sentimientos. No sienten el menor interés por mi. No me conocen. Son inconscientes, despiadados e inmorales. Ciclones y tornados, rayos y tormentas, mareas y resacas, corrientes y torbellinos, huracanes y tifones, terremotos y volcanes, olas gigantescas que saltan sobre los navíos más altos reduciendo a pulpa a los seres humanos... Son monstruos insensatos que ignoran a esta criatura toda nervio y debilidad que los hombres conocen por Jack London y que se tiene por una persona decente y por un ser superior.

domingo, 7 de octubre de 2007

El punto infinito

“Fue entonces cuando vi el Péndulo.

La esfera, móvil en el extremo de un largo hilo sujeto de la bóveda del coro, describía sus amplias oscilaciones con isócrona majestad.

Sabía, aunque cualquiera hubiese podido percibirlo en la magia de aquella plácida respiración, que el período obedecía a la relación entre la raíz cuadrada de la longitud del hilo y ese número p que, irracional para las mentes sublunares, por divina razón vincula necesariamente la circunferencia con el diámetro de todos los círculos posibles, por lo que el compás de ese vagar de una esfera entre uno y otro polo era el efecto de una arcana conjura de las más intemporales de las medidas, la unidad del punto de suspensión, la dualidad de una dimensión abstracta, la naturaleza ternaria de p, el tetrágono secreto de la raíz, la perfección del círculo.

También sabía que en la vertical del punto de suspensión, en la base, un dispositivo magnético, comunicando su estímulo a un cilindro oculto en el corazón de la esfera, garantizaba la constancia del movimiento, artificio introducido para contrarrestar las resistencias de la materia, pues no sólo era compatible con la ley del Péndulo, sino que, precisamente, hacía posible su manifestación, porque en el vacío, cualquier punto material pesado, suspendido del extremo de un hilo inextensible y sin peso, que no sufriese la resistencia del aire ni tuviera fricción con su punto de sostén, habría oscilado en forma regular por toda la eternidad…

…la Tierra giraba, pero el sitio donde estaba anclado el hilo era el único punto fijo del universo.

Por tanto, no era hacia la Tierra adonde se dirigía mi mirada, sino hacia arriba, allí donde se celebraba el misterio de la inmovilidad absoluta. El Péndulo me estaba diciendo que, siendo todo móvil, el globo, el sistema solar, las nebulosas, los agujeros negros y todos los hijos de la gran emanación cósmica, desde los primeros eones hasta la materia más viscosa, un solo punto era perno, clavija, tirante ideal, dejando que el universo se moviese alrededor. Y ahora yo participaba en aquella experiencia suprema, yo, que sin embargo me movía con todo y con el todo, pero era capaz de ver Aquello, lo Inmóvil, la Fortaleza, la Garantía, la niebla resplandeciente que no es cuerpo ni tiene figura forma peso cantidad o calidad, y no ve, no oye, ni está sujeta a la sensibilidad, no está en algún lugar o en algún tiempo, en algún espacio, no es alma, inteligencia, imaginación, opinión, número, orden, medida, sustancia, eternidad, no es tinieblas ni luz, no es error y no es verdad…”

El péndulo de Foucalt
Umberto Eco

sábado, 6 de octubre de 2007

La isla que somos

Como ni la historia de su cultura, ni su educación como sistema de propósitos le ofrece una valiosa imagen de sí mismo como hombre o como nación, carece de impulsos y de metas; de ambiciones a las cuales aplicar su voluntad. Todo lo contrario, no le importa tener poco, hacer a medias lo que se propuso, con tal de ahorrar esfuerzos. Bien está la abundancia, la riqueza, si la buena suerte ayuda, nunca con el sacrificio de los buenos ratos de ocio, nunca corriendo sin aliento en busca de las cosas. El europeo que vemos amasando una fortuna habiendo llegado al país "en alpargatas", "con una mano delante y otra atrás", —según la realista expresión de nuestro pueblo— no mueve a envidia a nadie, ni a emulación. ¿Crear riqueza, levantar con enormes esfuerzos una empresa productiva, sacrificando horas de sueño, de ocio, de diversión, de charla, de comida? Sólo pensar que nuestro empeño ha de servir mejor a nuestros descendientes que a nosotros mismos, nos desalienta, nos quita el ánimo. Buscamos el éxito rápido, seguro, pero sin esfuerzo, aunque nuestro provecho sea limitado: tenemos sicología de pulperos, se ha dicho.

miércoles, 3 de octubre de 2007

El guerrero pone en juego su porpia vida para aumentar el prestigio de la horda, del clan al cual pertenece. Y, de ese modo, prueba brillantemente que la vida no es el valor supremo para el hombre,sino que debe servir a fines mas importantes que ella misma.
El hombre se eleva sobre el animal al arriesgar la vida, no al darla: por eso la humanidad acuerda superioridad al sexo que mata y no al que engendra.
 
Simone de Beauvoir 

lunes, 1 de octubre de 2007

Cat's in the craddle

Verse 1

My child arrived just the other day Came to the world in the usual way But there were planes to catch and bills to pay He learned to walk while I was away He was talkin' 'fore I knew it And as he grew he said, "I'm gonna be like you, Dad, You know I'm gonna be like you."

Chorus

And the cat's in the cradle and the silver spoon, Little boy blue and the man 'n the moon. "When you comin' home?" "Son, I don't know when. We'll get together then. You know we'll have a good time then."

Verse 2

Well, my son turned ten just the other day. He said, "Thanks for the ball, Dad. Come on, let's play. Could you teach me to throw?" I said, "Not today. I got a lot to do." He said, "That's okay."
And he walked away and he smiled and he said, "You know, I'm gonna be like him, yeah. You know I'm gonna be like him."

Chorus

Verse 3

Well, he came from college just the other day, So much like a man I just had to say, "I'm proud of you. Could you sit for a while?" He shook his head and he said with a smile, "What I'd really like, Dad, is to borrow the car keys. See you later. Can I have them please ?"

Chorus

Verse 4

I've long since retired, my son's moved away. I called him up just the other day. "I'd like to see you, if you don't mind." He said, "I'd love to, Dad, if I could find the time. You see my new job's a hassle and the kids have the flu, But it's sure nice talkin' to you, Dad. It's been sure nice talkin' to you." And as I hung up the phone it occurred to me, He'd grown up just like me. My boy was just like me.

Chorus

Ugly Kid Joe

martes, 25 de septiembre de 2007

Qué puta!

“…El que no lo sabe que quede sabiendo de una vez por todas que las putas no tienen ningún derecho, están para darle el gusto a los hombres, recibir la paga establecida y se terminó. Fuera de eso, golpes. De la celestina, del gigoló, del tira, del soldado, del delincuente y de las autoridades. Renegada del vicio y de la virtud. Por cualquier tontería va a dar con las costillas a la cárcel, el que quiera puede escupirle en la cara. Impunemente.

El señor, paladín de las causas populares, de nombre elogiado en los diarios, dígame, por gentileza, si alguna vez en la vida se dignó pensar en las putas, excepto, es claro, en las inconfesables ocasiones en que las necesitó para revolcarse en la cama, pues hasta los incorruptibles necesitan satisfacer la carne, están sujetos como todos al instinto. Lecho infame, carne vil, bajos instintos en opinión del mundo entero…

Cuando una puta se desviste y se echa para recibir a un hombre y darle el supremo placer de la vida a cambio de una escasa paga, ¿sabe, ilustre combatiente de la justicia social, cuántos están comiendo de esa escasa paga? El propietario de la casa, el sublocador, la celestina, el comisario, el gigoló, el tira, el gobierno. La puta no tiene quién la defienda, nadie se levanta por ella, los diarios no dedican ni una columna a describir la miseria de los prostíbulos, es asunto prohibido. La puta solo es noticia en las páginas de los crímenes, ladrona, drogada, mariposa del vicio, presa y procesada, acusada de todos los males del mundo, responsable de la perdición de los hombres. ¿Quién tiene la culpa de todo lo malo que pasa en el mundo? Las putas, sí, señor.

¿El indomable abogado de los oprimidos tomó acaso conocimiento de la existencia de millones de mujeres que no pertenecen a ninguna clase, repudiadas por todas las clases, puestas al margen de la lucha y de la vida, marcadas a hierro y a fuego? Sin carta de reivindicaciones, sin organización, sin carrera profesional, sin sindicato, sin programa, sin manifiesto, sin bandera, sin horario, podridas de enfermedades, sin médicos en sanatorios ni camas en hospitales, con hambre y con sed, sin derecho a pensión, a fiestas, sin derecho a tener hijos, sin derecho a tener hogar, sin derecho a tener amor, sólo putas. ¿Lo sabe? Si no lo sabe sépalo de una vez por todas.

Las putas, en fin, son un problema policial. ¿Pero se imaginó, caritativo padre de los pobres si un día las putas del mundo unidas decretasen una huelga general, cerrasen la flor y se negasen a trabajar? Es como pensar en el caos, el día del juicio final, el fin de los tiempos…”

miércoles, 19 de septiembre de 2007

La plaga

“Si no fuera la viruela, el tifus, la malaria, el analfabetismo, la lepra, el mal de Chagas, y otras tantas meritorias plagas sueltas por los campos, ¿cómo mantener y ampliar los límites de las fazendas del tamaño de países, cómo cultivar el miedo, imponer el respeto y explotar al pueblo debidamente? Sin la disentería, el crup, el tétano, el hambre propiamente dicha, ¿se imagina el montón de chicos creciendo, volviéndose adultos, conchabados, trabajadores, arrendatarios, inmensos batallones de cangaceiros, no esas bandas que se están terminando por los caminos al son de las bocinas de los camiones, se los imagina tomando las tierras y dividiéndolas? Las pestes son necesarias y beneméritas, sin ellas ¿cómo mantener la sociedad constituida y contener al pueblo, que es la peor de todas las plagas? Imagínese, compañero, esa gente con buena salud, y sabiendo leer, ¡es un peligro que da miedo!"

Jorge Amado

lunes, 17 de septiembre de 2007

Divina vida. Imaginacion que matiza la realidad de la existencia. Castillos en el aire. Recuerdos de tiempos felices. Ilusiones del mañana.
Exaltacion del momento que pasa, y hace subsistir una existencia, lo que solo fue un instante.
No esperar fortuna y amor, levantar castillos. Imaginar es el principio de toda realidad.
Tal vez un día, descenderéis desde esa cumbre a que os lleve laimaginación, para estrechar a la que sólo vivió en vuestros castillos.
Mas... si la mamada no llega, si la delicidad os huye, nada podrá impediros soñar, soñar siempre, y levantar castillos en el aire.
 
Max Jimenez, rescatado por anna
La sociedad burguesa obedece a un sacrificio original realizado por todas las despotías de la historia, considerando a todas las sociedades no burguesas como despotías. Se trata de un sacrificio original, no realizado por la sociedad burguesa, sino  por las sociedades en contra de las cuales aquella lucha y a las cuales considera despotías... La sociedad burguesa se ofrece como la sociedad que potencialmente, por medio del mercado, es una sociedad sin sacrificios... En cuanto haya amenaza de vuelta de la despotía, sólo que en forma de un poder despótico que lucha de manera despótica en contra de la despotía. Después de su victoria definitiva, no habrá ninguna despotía... El occidente realizó sacrificios, sigue realizándolos y tiene que proseguir, para que los sacrificios pasados mantengan su sentido. Esto lleva a una expansión frenética del mercado como una esfera pretendida de la humanidad.
 
Hinkelammert

martes, 11 de septiembre de 2007

La desgracia de los pobres

…“Ya que me lo pregunta con tanta fineza, le digo, mozo, que cuando viene la desgracia no viene sola. Empieza y no hay quien la pare, crece como cosa barata, de consumo general. La alegría, en cambio, no prende, es planta exótica, de cría difícil, de poca sombra, de duración breve, no se da bien ni con el sol ni con la lluvia ni con el viento, exige cuidados cotidianos y tierra bien abonada, ni seca ni húmeda, es un cultivo caro, de gente rica, con mucho dinero. La alegría se conserva en champaña; la cachaça sólo acompaña las desgracias, si es que las acompaña. La desgracia es planta resistente, se mantiene sin requerir cuidados, crece sola, se vuelve frondosa, se la encuentra en todos los caminos. En donde andan los pobres, compadre, la desgracia se da en abundancia, no se ve otra planta. Si usted tiene el cuero curtido y la espalda endurecida, con callos por dentro y por fuera, no gana nada con pelear contra los fantasmas, pierde el tiempo. Y le digo más, compañero, y no es por alabarme sino porque es la pura verdad: los pobres tienen fuerza para cargar con tantas desgracias y seguir viviendo…”

Jorge Amado
Teresa Batista cansada de guerra

domingo, 9 de septiembre de 2007

Habla la muerte

En Bagdad había un mercader que mandó a su sirviente al mercado a comprar provisiones, y al poco rato el sirviente regresó, blanco y tembloroso y dijo: "Amo, cuando estaba en la plaza del mercado una mujer de la multitud me empujó, y cuando me di vuelta vi que era la Muerte la que me empujaba. Me miró e hizo un gesto amenazador.

"Ahora présteme su caballo y escaparé de esta ciudad para evitar mi destino. Iré a Samarra y allí la muerte no podrá encontrarme." El mercader le prestó el caballo y el sirviente lo montó, hundió las espuelas en sus flancos y partió todo lo velozmente que el caballo era capaz de galopar. Luego el mercader fue a la plaza del mercado y me vio de pie en medio de la multitud, y se me acercó y me dijo: "¿Por qué le hiciste un gesto amenazador a mi criado cuando lo viste esta mañana?". "Ese no fue un gesto amenazador", le dije. "Fue sólo un respingo de sorpresa. Estaba asombrada de verlo en Bagdad, puesto que yo tenía una cita con él esta noche en Samarra."
W. Somerset Maugham

martes, 4 de septiembre de 2007

Moraleja

…Después, sentándose a mi lado, aclaró el misterio: “En cierta ocasión, los cuervos, envidiosos de las palomas, trataron de copiar sus andares. Y casi se rompieron los huesos. Y todas la aves se burlaron de ellos. Cuando finalmente quisieron caminar como lo hacían en un principio observaron con horror que se les había olvidado. Por eso, desde entonces, lo hacen a saltitos y siempre tropezando.” Y mi hermano añadió: “Aprende de los cuervos. El que trata de arrebatar lo que no le pertenece puede perder hasta lo poco que tiene”…

Caballo de Troya 4
J.J. Benítez

sábado, 1 de septiembre de 2007

La utilidad de los libros

“Mientras a consecuencia de las leyes y de las costumbres exista una condenación social, creando artificialmente, en plena civilización, infierno, y complicando con una humana fatalidad el destino, que es divino; mientras no se resuelvan los tres problema del siglo: la degradación del hombre por el proletariado, la decadencia de la mujer por el hambre, la atrofia del niño por las tinieblas; en tanto que en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos y bajo un punto de vista más dilatado todavía, mientras haya sobre la tierra ignorancia y miseria, los libros de la naturaleza del presente podrían no ser inútiles.”
Víctor Hugo

jueves, 30 de agosto de 2007

martes, 28 de agosto de 2007

La estupidez explícita

¿Qué fue de la entrañable y prudente discreción? ¿De aquel saber estar, desvelándose poco o mucho, pero siempre en función de las circunstancias? Algunos mejor harían tratando de pasar inadvertidos. Por desgracia, no suele ser así. Son quienes se recogen en su interior quienes más debieran manifestarse… y viceversa.

viernes, 24 de agosto de 2007

Los designios del rey

…“-Mi padre me contó –repuse- que, hace tiempo, hubo un cruel rey llamado Astiages y que los magos predijeron que el hijo de su hija le arrebataría el trono. Entregó por tanto el niño a un noble llamado Harpagos, para que éste se deshiciera de él. Pero el niño era hermoso y el noble no pudo hacerlo; lo entregó a un pastor para que le abandonara en la montaña y se asegurara de que muriera. El hombre fue primero a su casa y se encontró con que su propio hijo había muerto y su esposa decía llorando: “Nos estamos haciendo viejos, ¿quién nos alimentará?” El pastor repuso: “Aquí tienes un hijo. Pero tendrás que guardar siempre el secreto.” Le entregó al niño y abandonó al muerto en la montaña vestido con la ropa real; y cuando los chacales lo habían mordido de tal forma que no se le podían reconocer, se lo trajo a harpados. Y Ciro se crió como si fuera el hijo del pastor, pero era valiente como un león y hermoso como la mañana, y los demás chicos le nombraron como su rey.

Cuando tenía unos doce años, el rey Astiages oyó de él y quiso verle. Pero poseía los rasgos propios de la familia y Astiages obligó al pastor a confesar la verdad. El rey se proponía entonces a matar al niño, pero los magos le dijeron que el hecho de haber sido nombrado rey en juegos había quitado valor a la profecía, y el muchacho fue enviado de nuevo a sus padres. Fue de Harpagos de quien el rey se vengó –bajé la voz en un susurro, tal como había hecho mi padre al contármelo-. Fue y mató a su hijo, asó su carne y se la dio a comer a Harpagos a la hora de cenar. Cuando este hubo comido, el rey le mostró la cabeza de su hijo. Se encontraba en un cesto…”

Mary Renault
El muchacho persa

Da razón a quien la tiene

El tiempo es sabio juez en su ignorancia
ecuánime y seguro en su designio
igual dicta sentencia de exterminio
que exculpa con su voto de confianza
Al tiempo no le importa la distancia
no limita con nada su dominio
igual da si eres hombre o si eres simio
no distingue pobreza de abundancia.
Y no intentes comprarle una sentencia
ni te afanes rogando a su clemencia
piensa, antes de actuar, lo que conviene
que aunque creas disfrutar de su delicia
a la hora del juicio hará justicia...
siempre da la razón a quien la tiene.

lunes, 20 de agosto de 2007

Conan the Cimmerian




To pray to Crom is a pointless task, as it will only invoke his anger. Prayer is a sign of weakness, and Crom has little patience for the weak.

viernes, 17 de agosto de 2007

Adorable y detestable

“…La única diferencia que hay entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho… dura más tiempo…”



“…hoy en día todo el mundo sabe el precio de las cosas y nadie conoce su valor…”



“…Hijo mío, ninguna mujer es genial. Las mujeres son un sexo decorativo. No tienen nunca nada que decir pero dicen cosas de una manera encantadora. Las mujeres representan el triunfo de la materia sobre la inteligencia, así como los hombres representan el triunfo de la inteligencia sobre las costumbres…”



“…-Ser bueno es hallarse en armonía consigo mismo –replicó, acariciando con sus finos dedos pálidos el tallo débil de su copa-, la discordia surge cuando nos vemos obligados a estar en armonía con los demás. La propia vida, he aquí la única cosa importante. En cuanto a las vidas de nuestros semejantes, si se quiere ser un bergante o un puritano, puede uno juzgarlas moralmente, pero en realidad no nos conciernen. Además, el individualismo tiende a fines más elevados. La moralidad moderna consiste en la aceptación de los preceptos de nuestra época. Considero que el solo hecho de que un hombre culto acepte las pautas de su época, es una especie de inmoralidad crasa.

-Pero también es verdad, Harry, que si uno vive sólo para sí mismo se paga un precio terrible por ello –hizo notar el pintor.

-Sí, hoy se nos cobra demasiado por todo… Me supongo que la parte verdaderamente trágica de la vida de los pobres está en que no pueden alcanzar más que su propio renunciamiento. Los pecados bellos, como todas las cosas bellas, son el privilegio de los ricos…”





“…Es una triste verdad, pero hemos perdido la gracia para dar nombres bellos a las cosas. Los nombres lo son todo. Nunca discuto los actos, mi única objeción son las palabras con que se expresan. Esa es la razón por la cual odio el realismo vulgar en la literatura. Al hombre que llama al azadón “azadón”, habría que condenarle a usarlo, es lo único que le caería bien…”
Oscar Wilde

miércoles, 15 de agosto de 2007

Mi abismo y su vértigo

"Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti."
Nietzsche
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Aquel que quiere permanentemente «llegar más alto» tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo. ¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué también nos da vértigo en un mirador provisto de una valla segura? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.
M. Kundera

domingo, 12 de agosto de 2007

la maldita fama

“…-No creo que envíe esto a ningún sitio- respondió el pintor, echando hacia atrás la cabeza con aquel ademán singular que hacía que se burlasen de él sus amigos de Oxford-. No, no lo enviaré a ninguna parte.

Lord Henry levantó las cejas, mirándole con asombro a través de las finas espirales de humo azul que se entrelazaban fantásticamente al final de su cigarrillo impregnado de opio.

-¿Que no lo mandarás a ninguna parte? ¿Y por qué no, mi querido amigo? ¿Tienes alguna razón? ¡Qué hombres más extraños sois los pintores! Hacéis cualquier cosa para adquirir fama: en seguida que la habéis conseguido, parece como si quisierais deshaceros de ella. Es tonto por tu parte, ya que si hay en el mundo una cosa peor que la fama, es no tenerla…”
El retrato de Dorian Gray
Oscar Wilde

sábado, 11 de agosto de 2007

el reloj de bronce

“En ese aposento… se apoyaba un gigantesco reloj de ébano. Su péndulo se balanceaba con un resonar sordo, pesado, monótono; y cuando la hora iba a sonar, de las entrañas de bronce del reloj salía un tañido claro, resonante, profundo y extraordinariamente musical, pero de un timbre tan particular y potente que de hora en hora, los músicos de la orquesta se veían obligados a interrumpir… para escuchar el sonido; y las parejas danzantes cesaban por fuerza en sus evoluciones; durante un momento, en aquella alegre sociedad reinaba el desconcierto; y mientras aún resonaban los tañidos del reloj, se notaba que los de más edad y más sensatos, se pasaban la mano por la frente, como si se entregaran a un confuso ensueño o meditación. Pero apenas los ecos cesaban, livianas risas se difundían por la reunión…; y se sonreían de su nerviosidad… mientras se prometían unos a otros en voz baja que el siguiente tañido del reloj no provocaría en ellos una emoción semejante. Mas al cabo de sesenta minutos… el reloj daba otra vez la hora, y otra vez nacían el desconcierto, el temblor y la meditación de antes.

Mas a pesar de esas cosas, la jarana era alegre y magnífica.”

Edgar Allan Poe.
La máscara de la muerte roja

jueves, 9 de agosto de 2007

Falstaff

Boca besada no pierde ventura,
antes renueva como la luna.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Canción últma

Pintada, no vacía
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llando
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y entorno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Dejadme la esperanza.


Miguel Hernández

Esperectomía

Ectomía (del griego, supongo): cortar algo. A lo que la ciencia médica añade una serie de prefijos: apendicectomía amigdalectomía mastectomía tubectomía vasectomía testectomía histerectomía. A Saleem le gustaía dar otro elemento más, gratis de balde y de bóbilis bóbilis, a ese catálogo de extirpaciones; se trata, sin embargo, de un término que en realidad pertenece a la Historia, aunque la ciencia médica esté, estuviera complicada.

Esperectomía: el vaciamiento de toda esperanza.

Hijos de la Medianoche
Salman Rushdie

jueves, 2 de agosto de 2007

El mal

…El mal, mi atormentado amigo, es un concepto relativo. El mal potencial es inherente al carácter necesariamente incompleto de Dios, como expresión de la infinidad y de la eternidad limitadas por el espacio-tiempo. El hecho del elemento parcial, en presencia del total perfeccionado, constituye la relatividad de la realidad. En todo el universo, la unidad es considerada como una parte del todo. La supervivencia de la fracción depende de la cooperación con el plan y la intención del todo, del deseo sincero y del consentimiento perfecto de hacer la divina voluntad del Padre. Si existiese un mundo evolucionario sin error, sin posibilidades de juicios imprudentes, sería un mundo sin inteligencia libre. En mi universo hay mil millones de mundos perfectos, con sus habitantes perfectos, pero es preciso que el hombre en evolución sea falible, si de verdad desea ser libre. Es imposible que una inteligencia libre y sin experiencia sea uniformemente sabia a priori. Pero no confundáis error con pecado. La posibilidad de juicio erróneo solo se vuelve pecado si la voluntad humana asume y adopta conscientemente un juicio inmoral intencional.

-Según esto –enlacé con sus explicaciones-, creer que las desgracias son enviadas por Dios puede ser una absoluta estupidez…

-Más que una estupidez, Jasón, una consecuencia de la ceguera humana. El Dios eterno es incapaz de sentir cólera o de castigar a sus hijos. Ésas son emociones humanas, vulgares y despreciables, indignas de ser llamadas humanas y, mucho menos, divinas…


Caballo de Troya 3. J.J. Benitez

miércoles, 1 de agosto de 2007

Curriculum

El cuento es muy sencillo
usted nace en su tiempo
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
y el temerario insecto
que será pisoteado
por su zapato nuevo
usted sufre de veras
reclama por comida
y por deber ajeno
o acaso por rutina
llora limpio de culpas
benditas o malditas
hasta que llega el sueño
y lo descalifica
usted se transfigura
ama casi hasta el colmo
logra sentirse eterno
de tanto y tanto asombro
pero las esperanzas
no llegan al otoño
y el corazón profeta
se convierte en escombros
usted por fin aprende
y usa lo aprendido
para saber que el mundo
es como un laberinto
en sus momentos claves
infierno o paraíso
amor o desamparo
y siempre siempre un lío
usted madura y busca
las señas del presente
los ritos del pasado
y hasta el futuro en cierne
quizá se ha vuelto sabio
irremediablemente
y cuando nada falta
entonces usted muere

martes, 31 de julio de 2007

Igualdad

Dijo Dios a un campesino ruso: "Te daré todo lo que quieras, pero aquello que pidas lo tendrá tu vecino en doble medida. ¿Qué te gustaría?". Y el campesino respondió: "Por favor, Dios, arráncame un ojo".

lunes, 30 de julio de 2007

Cirugía

-Levantá un momento la cabeza, la almohada es demasiado baja, te la voy a cambiar.

-Mejor sería que dejaras tranquila la almohada y me cambiaras la cabeza -dijo Oliveira-. La cirugía está en pañales, hay que admitirlo.

Espíritu

«Espíritu» viene de la palabra «respirar». Lo que respiramos es aire, que es realmente materia, por sutil que sea. A pesar del uso en sentido contrario, la palabra «espiritual» no implica necesariamente que hablemos de algo distinto de la materia (incluyendo la materia de la que está hecho el cerebro), o de algo ajeno al reino de la ciencia. En ocasiones usaré la palabra con toda libertad. La ciencia no sólo es compatible con la espiritualidad sino que es una fuente de espiritualidad profunda. Cuando reconocemos nuestro lugar en una inmensidad de años luz y en el paso de las eras, cuando captamos la complicación, belleza y sutileza de la vida, la elevación de este sentimiento, la sensación combinada de regocijo y humildad, es sin duda espiritual. Así son nuestras emociones en presencia del gran arte, la música o la literatura, o ante los actos de altruismo y valentía ejemplar como los de Mohandas Gandhi o Martin Luther King Jr. La idea de que la ciencia y la espiritualidad se excluyen mutuamente de algún modo presta un flaco servicio a ambas.

Transmutación

En modo alguno debemos considerarnos de un nivel de moral inferior; nosotros mismos, nosotros los espíritus libres, somos ya una transmutación de todos los valores, una verdadera declaración de guerra y una victoria sobre los viejos conceptos de lo verdadero y falso.

Ilumina

La ciencia está lejos de ser un instrumento de conocimiento perfecto. Simplemente, es el mejor que tenemos. En este sentido, como en muchos otros, es como la democracia. La ciencia por sí misma no puede apoyar determinadas acciones humanas, pero sin duda puede iluminar las posibles consecuencias de acciones alternativas.

Trasímaco

Hablo de la tiranía, que pone por obra el fraude y la violencia con propósito de apoderarse, no poco a poco y como por menudo, del bien ajeno, sin que, sin respetar lo sagrado ni lo profano, invade a la vez y de golpe las fortunas de los particulares y la del Estado. Los ladrones vulgares, cuando son sorprendidos in fraganti, son castigados con la última pena; se los abruma con los más odioso nombres. Según la índole del delito que hayan cometido, se les trata de sacrílegos, de raptores, de pícaros, de ladrones; pero un tirano que se ha hecho dueño y señor de los bienes y persona de sus conciudadanos, en lugar de recibir esos detestados nombres es considerado como hombre feliz, y precisamente por los otros que conocen su crimen. Porque si se censura la injusticia, no es por temor de cometerla, sino de sufrirla. Tan cierto es, Sócrates, que la injusticia, cuando es llevada hasta determinado extremo, es más fuerte, más libre, más poderosa que la justicia, y que ésta, como antes dije, se vuelve del lado del interés del más fuerte, y la injusticia se orienta hacia su propio interés y en su propio provecho.

Plutarco

La ocupación, pues, en las cosas pequeñas halla contra sí misma confirmación que la convenza de desidia en el trabajo que se emplea en los negocios fútiles; pues ningún joven de generosa índole, o por haber visto en Pisa la estatua de Júpiter ha deseado ser Fidias, o Policleto por haber visto en Argos la de Juno; ni Anacronte, Filemón, o Arquíloco por haber oído los versos de estos poetas; pues no es preciso que porque la obra deleite como sea agradable, sea digno de imitación el artífice. Por tanto, es visto que no son de provecho para los espectadores aquellas cosas que no engendran celo de imitación, ni tienen por retribución el incitar al deseo y conato de aspirar a la semejanza; mas la virtud es tal en sus obras, que con el admirarlas va unido al punto el deseo de imitar a los que las ejecutan; porque en las cosas de la fortuna lo que nos complace es la posesión y el disfrute; pero en las de la virtud la ejecución; y aquellas queremos más que nos vengan de los otros, y éstas, por el contrario, que las reciban los otros de nuestras manos; y es que lo honesto mueve prácticamente y produce al punto un conato práctico y moral, infundiendo un propósito saludable en el espectador, no precisamente por la imitación, sino por sola la relación de los hechos. De aquí nació en mí el propósito de ocuparme en este género de escritura…

jueves, 26 de julio de 2007

Payasos

Sin embargo, él no era amante de la democracia: -Dios maldiga todo esto de las elecciones, capitán -me dijo-. Siempre que vienen, algo malo ocurre; y nuestros compatriotas se comportan como payasos.

miércoles, 25 de julio de 2007

La creación de la mujer

Y pletórico concluyó su parecer sobre las hebreas con un viejo y mordaz aforismo, muy popular entre los rabíes:

-¿Es que no conocéis lo que pensó el Altísimo, bendito sea su nombre, cuando se decidió, en mala hora, a crear a la mujer? Escuchad ingenuos… “¿De qué parte del hombre la sacaré? Se dijo el omnipotente. ¿De la cabeza? No, será demasiado orgullosa. ¿Del ojo? No, será demasiado curiosa. ¿De la oreja? Tampoco, reflexionó Yavé, bendito sea su nombre. Escuchará detrás de las puertas. ¿De la boca? Charlará. ¿De la mano? No, porque será pródiga. Por último, tomó una parte del cuerpo, muy oscura y muy oculta, con la esperanza de hacerla modesta…” Pero, ya veis, le salió mal.

Los discípulos protestaron con energía, saliendo en defensa de la Magdalena y del resto.
Y Mateo Leví, uno de los más instruidos, le respondió con otro apólogo, atribuido al rabí Gamaliel.

-Un emperador le dijo a un sabio: “Tu Dios es un ladrón: necesitó, para crear a la mujer, robarle una costilla a Adán, cuando estaba dormido.” Y como el sabio le costase responder, la hija de éste tomó la palabra y replicó:
“Traigo una queja. Unos ladrones se introdujeron en casa durante la noche y robaron un aguamanil de plata, dejando en su lugar un aguamanil de oro.”
Y el emperador contestó: “Así tuviera yo cada noche visitas semejantes!”

Pues bien –sentenció Mateo-, eso fue lo que hizo nuestro Dios. Le quitó al primer hombre una simple costilla, pero, a cambio, le dio una mujer.

J.J. Benítez
Caballo de Troya 2

Mi respuesta

Esta noche, minetras recuerdo mi rabia, permanezco totalmente tranquilo; la Viuda me vació de cólera como de todo lo demás. Recordando mi rebelión encestada contra la inevitabilidad, hasta me permito una sonrisa forzada y comprensiva. -Los chicos -murmuro tolerantemente a través de los años al Saleem-de-veinticuatro-años-, serán siempre los chicos. -En el Albergue de la Viuda me enseñaron duramente, de-una-vez-para-siempre, la lección de que No Hay Escapatoria; ahora, encorvado sobre el papel en un charco de luz angular, no deseo ya ser nada salvo lo que soy. ¿Quién qué soy? Mi respuesta: soy la suma total de todo lo que cuyo ser-en-el-mundo me afectó fue afectado por mí. Soy todo lo que sucede cuando me he ido que no hubiera sucedido si no hubiera venido. Y tampoco soy especialmente excepcional al respecto; cada "yo", cada uno de los hoy-seis-cientos-millones-y-pico de nosotros, contiene una multitud similar. Lo repito por última vez: para entedenderme, tendréis que tragaros un mundo.

martes, 24 de julio de 2007

SEPULTURA DE LA IMAGINACIÓN

Un albañil quería ... No le faltaba aliento.
Un albañil quería, piedra tras piedra, muro
tras muro, levantar una imagen al viento
desencadenador en el futuro.

Quería un edificio capaz de lo más leve.
No le faltaba aliento. ¡Cuánto aquel ser quería!
Piedras de pluma, muros de pájaros los mueve
una imaginación al mediodía.

Reía. Trabajaba. Cantaba. De sus brazos,
con un poder más alto que el ala de los truenos,
iban brotando muros lo mismo que aletazos.
Pero los aletazos duran menos.

Al fin era la piedra su agente. Y la montaña
tiene valor de vuelo si es totalmente activa.
Piedra por piedra es peso y hunde cuanto acompaña
aunque esto sea un mundo de ansia viva.

Un albañil quería ... Pero la piedra cobra
su torva densidad brutal en un momento.
Aquel hombre labraba su cárcel. Y en su obra
fueron precipitados él y el viento.
 
Miguel Hernández
Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas
mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en
los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías
amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas
piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado,
que retoño:
y aún tengo la vida.

Miguel Hernández

domingo, 22 de julio de 2007

Leyes

Hay que admitir en principio que cuanto más violentas son las pasiones, más necesarias son las leyes para contenerlas: pero además de que los desórdenes y los crímenes que causan todos los días entre nosotros nos muestran bastante la insuficiencia de las leyes a este respecto, sería conveniente examinar si estos desórdenes no han nacido con las leyes mismas, porque entonces, aunque fueran capaces de reprimirlas, como mínimo habría que exigir que pararan un daño que no existiría sin ellas.
Rousseau

sábado, 21 de julio de 2007

Caballo de Troya 2

“…Recordad: es lealtad lo que yo pido. No sacrificio. La conciencia de sacrificio implica la ausencia de ese afecto incondicional, que hubiera hecho de dicho servicio amoroso una suprema alegría. La idea de deber u obligación significa que, mentalmente, os convertís en sirvientes, perdiendo así la poderosa sensación de practicar vuestro servicio como amigos y para los amigos. La amistad trasciende el significado del deber y el servicio de un amigo hacia otro jamás debe calificarse como sacrificio…”

sábado, 14 de julio de 2007

Formosanta y el pájaro

Hacía ya largo rato que la incomparable Formosanta se había ido a acostar. Había hecho colocar junto a su cama un pequeño naranjo en un cajón de plata para que el pájaro descansara. Sus cortinas se hallaban cerradas, pero no sentía ningún deseo de dormir. Su corazón y su imaginación estaban demasiado despiertos. El encantador desconocido se hallaba ante sus ojos, lo veía lanzando una flecha con el arco de Nemrod, lo contemplaba cortando la cabeza del león, recitaba sus versos y lo veía escapar de la muchedumbre montado sobre su unicornio. Entonces estallaba en sollozos y exclama entre lágrimas:

-No lo veré nunca más, no volverá.

-Volverá, señora -le repuso el pájaro desde lo alto de su naranjo-, ¿acaso puede alguien veros y no regresar para contemplaros?

-¡Oh, cielos! ¡Poderes eternos! ¡Mi pájaro habla el más puro caldeo!

Tras decir estas palabras, abrió las cortinas, le tendió los brazos y se puso de rodillas sobre el lecho.

-¿Sois acaso un dios que ha descendido sobre la tierra? ¿Sois el gran Orosmade escondido bajo ese hermoso plumaje? Si sois un dios, devolvedme a ese joven.

-No soy más que un ave, pero nací en los tiempos en que todos los animales aún hablaban, cuando los pájaros, las serpientes, los asnos, los caballos y los grifos conversaban familiarmente con los hombres. No he querido hablar ante la gente por temor a que vuestras damas de honor me tomasen por un brujo. Sólo quiero descubrirme ante vos.

Formosanta, sobrecogida, extraviada, embriagada de tantas maravillas, agitada por la premura de formular cien preguntas a la vez, le preguntó primero qué edad tenía.

-Veintisiete mil novecientos años y seis meses, señora. Tengo la edad de esa pequeña revolución del cielo que vuestros magos llaman la precesión de los equinoccios y que se cumple alrededor de cada veintiocho mil años de los vuestros. Hay revoluciones infinitamente más largas; por lo tanto, nosotros tenemos seres muchos más ancianos que yo. Hace ya veintidós mil años que aprendí caldeo en uno de mis viajes. Siempre he conservado mucho aprecio por la lengua caldea, pero otros animales, compañeros míos, han renunciado a hablar en vuestras regiones.

-¿Y esto a qué se debe, divino pájaro?

-¡Ay!, a que los hombres tomaron finalmente la costumbre de comernos en vez de conversar e instruirse con nosotros. ¡Bárbaros! ¿No podían convencerse de que, poseyendo los mismos órganos que ellos, las mismas necesidades y deseos, teníamos lo que se llama "un alma" tanto como ellos, que éramos sus hermanos, y sólo era necesario cocinar y comerse a los malvados? Hasta tal punto somos vuestros hermanos, que el Gran Ser, el ser eterno y formador; al hacer un pacto con los hombres, nos incluyó expresamente en su tratado. Os prohibió alimetaros con nuestra sangre y, a nosotros, alimentarnos con la vuestra.

"Las fábulas de vuestro anciano Locman, traducidas a tantas lenguas, serán un testimonio que subsistirá eternamente al feliz comercio que habéis tenido otrora con nosotros. Todos comienzan con estas palabras: 'En las épocas en que los animales hablan'. Es cierto que hay muchas mujeres entre vosotros que siempre hablan a sus perros, pero éstos han decidido no responder desde que se los obligó a latigazos a participar en la caza y ser cómplices del asesinato de ciervos, gamos, liebres y perdices.

"Aún tenéis antiguos poemas en los cuales los caballos hablan y vuestros cocheros les dirigen la palabra todos los días, pero lo hacen tan groseramente y pronunciando palabras tan infames, que los caballos, que antaño os amaban tanto, os odian hoy en día.

"El país donde habita vuestro encantador desconocido, el más perfecto de los hombres, sigue siendo el único en el que vuestra especia sabe amar todavía a la nuestra y hablarle, y es la única región de la tierra cuyos hombres son justos".

-¿Y dónde se halla ese país de mi querido desconocido? ¿Cuál es el nombre de este héroe? ¿Cómo se llama su imperio?, porque tanto creeré que él es un pastor como que vos sois un murciélago.

-Su país, señora, es el de los gangáridas, pueblo virtuoso e invencible que habita en la orilla oriental del Ganges. El nombre de mi amigo es Amazán. No es rey y no sé si desearía rebajarse a serlo. Ama demasiado a sus compatriotas y es pastor como ellos. Pero no os imaginéis que esos pastores se asemejan a los vuestros, que, apenas cubiertos por harapos andrajosos, cuidan ovejas infinitamente mejor vestidas que ellos, gimen bajo el fardo de la pobreza y pagan a un explorador la mitad de los miserables salarios que reciben de sus amos.

"Los pastores gangáridas, nacidos todos iguales, son dueños de los innumerables rebaños que cubren sus prados eterneamente floridos. Jamás se los mata: es un crimen horrible, cercal del Ganges, matar y comer a un semejante. Su lana, más fina y brillante que la seda más hermosa, es el mayor comercio de Oriente. Por otra parte, la tierra de los gangáridas produce todo lo que pueda halagar los deseos de los hombres. Esos grandes diamantes que Amazán tuvo el honor de ofreceros son de una mina que le pertenece. Ese unicornio que le habéis visto partir es la montura ordinaria de los gangáridas. Es el más bello animal, el más fiero, el más terrible y el más suave que adorna la tierra.

"Hace alrededor de dos siglos, un rey de las Indias fue lo suficientemente loco para querer conquistar esta nación: se presentó seguido de diez mil elefantes y de un millón de guerreros. Los unicornios atravesaron los elefantes, como he visto que se ensartan en un pincho de oro las alondras que se sirven en vuestra mesa. Los guerreros caían sobre la arena, bajo el sable de los gangáridas, como las cosechas de arroz son cortadas por las manos de los pueblos de Oriente.

"Se tomó prisionero al rey con más de seiscientos mil hombres. Lo bañaron con las aguas saludables del Ganges y lo pusieron al régimen del país, que consisten en alimentarse sólo de vegetales prodigados por la naturaleza para nutrir a todo lo que respira. Los hombres alimentados con carne y abrevados con licores fuertes tienen la sangre agriada y adusta, que los vuelve locos de cien maneras diversas. Su principal demencia es la de verter sangre de sus hermanos y devastar las planicies fértiles para reinar sobre cementerios.

"Se emplearon seis meses enteros en curar al rey de las Indias de su enfermedad. Cuando los médicos juzgaron finalmente que tenía el pulso más tranquilo y el espíritu más sereno, dieron el certificado al Consejo de gangáridas, que, luego de haber pedido su opinión a los unicornios, reenvió humildemente al rey de las Indias a su tonta corte, y a sus imbéciles guerreros a su país. Esta lección los volvió juiciosos y, desde entonces, los hindúes respetan a los gangáridas, como los ignorantes que desean instruirse respetan entre vosotros a los filósofos caldeos, a quienes no pueden igualar".

-A propósito, mi querido pájaro -le dijo la princesa-, ¿existe una religión entre los gangáridas?

-¿Si existe una? Señora, nos reunimos para dar gracias a Dios los días de luna llena: los hombres en un gran tempo de cedro, las mujeres en otro, por temor a las distracciones; todos los pájaros en un bosquecillo y los cuadrúpedos en una bella pradera. Agradecemos a Dios por todos los bienes que nos ha otorgado. Tenemos, sobre todo, unos loros que predican maravillas. Tal es la patria de mi querido Amazán, donde yo vivo, y siento tanta amistad por él como vos amor. Si me creéis, partiremos juntos y vos iréis a visitarlo.

-Verdaderamente, pájaro mío, cumplís muy bien con vuestro oficio -repuso sonriendo la princesa, que ardía en deseos de emprender el viaje y no osaba decirlo.

-Sirvo los deseos de mi amigo -dijo el pájaro- y la mayor felicidad es servir a vuestros amores.

Formosanta ya ni sabía dónde se hallaba, se creía transportada fuera de la tierra. Todo lo que había visto durante aquel día, todo lo que veía, todo lo que oía y, especialmente, lo que sentía su corazón la sumían en un gran embelesamiento.


(Voltaire)

viernes, 13 de julio de 2007

El Eterno Retorno

La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?

El mito del eterno retorno viene a decir, per negationem, que una vida que desaparece de una vez para siempre, que no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano y, si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta, igual que una guerra entre dos Estados africanos en el siglo catorce que no cambió en nada la faz de la tierra, aunque en ella murieran, en medio de indecibles padecimientos, trescientos mil negros.

¿Cambia en algo la guerra entre dos Estados africanos si se repite incontables veces en un eterno retorno?

Cambia: se convierte en un bloque que sobresale y perdura, y su estupidez será irreparable.

Si la Revolución francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que ya no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.

Digamos, por tanto, que la idea del eterno retorno sifnifica cierta perspectiva desde la cual las cosas aprecen de un modo distinto a como las conocemos: aparecen sin la circuntancia atenuante de su fugacidad. Esta circunstancia atenuanate es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? el crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina.

No hace mucho me sorprendí a mí mismo con una sensación increíble: estaba hojeando un libro sobre Hitler y al ver algunas de las fotografías me emocioné: me habían recordado el tiempo de mi infancia; la viví durante la guerra; algunos de mis parientes murieron en los campos de concentración de Hitler; ¿pero qué era su muerte en comparación con el hecho de que las fotografías de Hitler me habían recordado un tiempo pasado de mi vida, un tiempo que no volverá?

Esta reconciliación con Hitler demuestra la profunda perversión moral que va unida a un mundo basado esencialmente en la inexistencia del retorno, porque en ese mundo todo está perdonado de antemano y, por tanto, todo cínicamente permitido.

(Milán Kundera)

miércoles, 11 de julio de 2007

Invierno

Hace bien el invierno, pensaba el hermano. Fortifica y purifica. El invierno es la cuna de la primavera. Son valientes estos abetos, se decía a sí mismo; se atreven a escalar tan alto y sin miedo porque cuando eran pequeños fueron duramente castigados por el cierzo y, ellos, para no caer, se afirmaron en las profundidades de la tierra. Bendita sea la pobreza, y la desnudez, y la incomprensión que nos hacen afirmarnos en dios.

domingo, 8 de julio de 2007

Busco en la muerte la vida

Busco en la muerte la vida,
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad.

Pero mi suerte, de quien
jamás espero algún bien,
con el cielo ha estatuido,
que, pues lo imposible pido,
lo posible aún no me den.
 
Miguel de Cervantes

Lo fatal

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, 

y más la piedra dura porque ésa ya no siente, 

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, 

ni mayor pesadumbre que la vida consciente. 

 Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto, 

y el temor de haber sido y un futuro terror... 

Y el espanto seguro de estar mañana muerto, 

y sufrir por la vida y por la sombra y por 

lo que no conocemos y apenas sospechamos, 

y la carne que tienta con sus frescos racimos, 

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, 

y no saber adónde vamos, 

ni de dónde venimos...
 
Ruben Dario

 

sábado, 7 de julio de 2007

sábado, 30 de junio de 2007

No me arrepiento de nada

Desde la mujer que soy,

a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
 hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre. 
No sé por qué
la vida entera he pasado
 rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables, 
por extraño maleficio,
me inspiran.
 Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
 del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo, 
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador 
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal, 
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda  irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades, 
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro. 
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es, 
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí 
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos, 
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños, 
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena 
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios 
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
 y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros 
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones. 
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo, 
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando; 
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad. 
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí 
contra esta mujer
hecha y derecha,
 plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas 
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

Nueva tesis feminista

 
¿Cómo decirte
hombre
 que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto 
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-"témeles, yo le tiemblo"
 Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
 nuevas maneras de amar que aun no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer 
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
 que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre; 
lo amo
con todas sus debilidades
 y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles. 
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme 
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.
 
Gioconda Belli

Uno no escoge

Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oidos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.
Gioconda Belli

martes, 26 de junio de 2007

Hacia el jardín perfumado

¡Escuchad la voz del Pakistan!: ancianos, muchachos, abuelas airadas lucharon contra el Ejército indio; ¡combatieron en todos los puentes, con todas las armas disponibles! Hombres lisiados se llenaban los bolsillos de granadas, les quitaban el pasador y se arrojaban bajo los tanques indios que avanzaban; ¡ancianas desdentadas les sacaban las tripas a los babus indios con horcas de labranza! Murieron hasta el último hombre y el último niño, ¡pero salvaron la ciudad, conteniendo a los indios hasta que llegó el apoyo aéreo! ¡Mártires, Padma! ¡Héroes, en ruta hacia el jardín perfumado! ¡Donde se dará a los hombre cuatro bellas huríes, no tocadas por hombre ni djinn; y a las mujeres cuatro hombres igualmente viriles! ¿Qué bendición de tu Señor rechazarías? ¡Qué gran cosa es una guerra santa, en la que, con sacrificio supremo, el hombre puede expiar todas sus maldades!

jueves, 21 de junio de 2007

Totalizante

La diferencia entre la concepción marxista, consiste en que antes de analizar la relación sujeto-objeto, es decir, entre teoría y realidad, conviene examinar las interacciones entre teoría y praxis. No hay tal dualidad sujeto-objeto, ya uqe el sujeto es parte del objet, antes bien existen interacciones entre teoría y práctica. De allí que el pensamiento marxista sostenga que el sujeto es una totalidad sólo en tanto esté al servicio de una clase que quiere cambiar el mundo, o sea, la teoría logra captar la realidad siempre y cuando sea una teoría basada sobre la práctica sociopolítica de una clase y sirva para actuar sobre esa realidad. Éste es el sentido que tiene la conocida expresión de Marx cuando discute las tesis de Feuerbach: "...Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo de diferentes maneras; ahora bien, importa transformarlo". En otras palabras, el sujeto sólo puede generar conocimiento relevante cuando desea cambar el mundo.

miércoles, 20 de junio de 2007

ojo por ojo...

Quedaba satisfecha a la manera de aquella mujer árabe, que habiendo recibido un bofetón de su marido, fue a ver a su padre pidiendo venganza, y diciendo: “Padre, debes a mi marido afrenta por afrenta.” El padre preguntó: “¿En qué mejilla te ha dado el bofetón?” “En la izquierda.” El padre le dio un bofetón en la derecha y dijo: “Ya estás satisfecha. Ve a decir a tu marido que si él ha abofeteado a mi hija, yo he abofeteado a su mujer.”

La pequeña muerte

No nos da risa el amor cuando llega a los más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en los más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.

Tenían las manos atadas o esposadas, y sin embargo los dedos danzaban, volaban y dibujaban palabras. Los presos estaban encapuchados; pero inclinándose alcanzaban a ver algo, alguito, por abajo. Aunque hablar estaba prohibido, ellos conversaban con las manos.

Pino Ungerfeld me enseñó el alfabeto de los dedos, que en prisión aprendió sin profesor:

-Algunos teníamos mala letra- me dijo-. Otros eran unos artistas de la caligrafía.

La dictadura uruguaya quería que cada uno fuera nada más que uno, que cada uno fuera nadie: en cárceles y cuarteles, y en todo el país, la comunicación era delito.

Algunos presos pasaron más de diez años enterrados en solitarios calabozos del tamaño de un ataúd, sin escuchar más voces que el estrépito de las rejas o los pasos de las botas por los corredores. Fernández Huidobro y Mauricio Rosencof, condenados a esa soledad, se salvaron porque pudieron hablarse, con golpecitos a través de la pared. Así se contaban sueños y recuerdos, amores y desamores; discutían, se abrazaban, se peleaban; compartían certezas y bellezas y también compartían dudas y culpas y preguntas de esas que no tienen respuesta.

Cuando es verdadera, cuando nace la necesidad de decir, la voz humana no hay quien l a pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, todititos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.

Acumulación y Fisiocracia

A raíz de la crítica del mercantilismo que A. Smith hizo en su Riqueza de las naciones, se admite sin más examen que esta idea se origina en el modo vulgar, o sea, el modo del comerciante, de ver la riqueza, como un acervo de bienes. En verdad, sólo los clásicos definen la riqueza como un concepto de flujo, de producción por período, y sólo con ellos nace el concepto moderno de producto social.

... Así, dice Lau (1717): "Si.. [el oro] está encerrado en cofres, no es sino una basura muerta e inútil; y mientras mayor cantidad permanezca estéril... más, en consecuencia, se debilitarán y obstaculizarán todo comercio y tráfico".

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1755-1780 (Fisiocracia, Francia)

De esta manera, como la producción manufacturera francesa del período anterior a la Revolución se orienta esencialmente hacia bienes suntuarios, sugiere la idea que sus trabajadores son una "clase estéril", similar a la de los criados domésticos. Así, dice Quesnay: "...Hoy en día... la producción y el comercio de la mayoría de esos artículos (manufacturas) está casi aniquilado en Francia. Por largo tiempo, los fabricantes de lujos han seducido a la nación; nos hemos entregado nosotros mismos a una industria que nos es extraña". Y más adelante: "La producción de mercancías de artesanía y de industria para el uso de la nación son sólo objeto de gastos..." "La clase estéril... trabaja únicamente para el consumo."

lunes, 18 de junio de 2007

Ese viejo sentimiento...

No he conseguido nada, ni siquiera ser un malvado; no he conseguido ser guapo, ni perverso; ni uncanalla, ni un héroe..., ni siquiera un mísero insecto. Y ahora termino mi existencia en mi rincón, donde trato lamentablemente de consolarme (aunque sin éxito) diciéndome que un hombre inteligente no consigue nunca llegar a ser nada y que sólo el imbécil triunfa. Sí, señores, el hombre del siglo XIX tiene el deber deestar esencialmente despojado de carácter; está moralmente obligado a ello. El hombre de carácter, elhombre de acción, es un ser de espíritu mediocre. Tal es el convencimiento que he adquirido en miscuarenta años de existencia.

De entre las sábanas

Tracey Hill era una niña en un pueblo de Connecticut, y practicaba entretenimientos propios de su edad, como cualquier otro tierno angelito de dios en el estado de Connecticut o en cualquier otro lugar de este planeta.

Un día, junto a sus compañeritos de la escuela, Tracey se puso a echar fósforos encendidos en un hormiguero. Todos disfrutaron mucho de este sano esparcimiento infantil; pero a Tracey la impresionó algo que los demás no vieron, o hicieron como que no veían, pero que a ella la paralizó y le dejó, para siempre, una señal en la memoria: ante el fuego, ante el peligro, las hormigas se separaban en parejas, de a dos, bien juntas, bien pegaditas, esperaban la muerte.

lunes, 11 de junio de 2007

Walls


Walls are curious statements of human needs. Sometimes they are built to keep restive populations from fleeing...

But most walls are for keeping people out.

U.S.-Mexico Border: Our Wall National Geographic