Quedaba satisfecha a la manera de aquella mujer árabe, que habiendo recibido un bofetón de su marido, fue a ver a su padre pidiendo venganza, y diciendo: “Padre, debes a mi marido afrenta por afrenta.” El padre preguntó: “¿En qué mejilla te ha dado el bofetón?” “En la izquierda.” El padre le dio un bofetón en la derecha y dijo: “Ya estás satisfecha. Ve a decir a tu marido que si él ha abofeteado a mi hija, yo he abofeteado a su mujer.”
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