“…La única diferencia que hay entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho… dura más tiempo…”
“…hoy en día todo el mundo sabe el precio de las cosas y nadie conoce su valor…”
“…Hijo mío, ninguna mujer es genial. Las mujeres son un sexo decorativo. No tienen nunca nada que decir pero dicen cosas de una manera encantadora. Las mujeres representan el triunfo de la materia sobre la inteligencia, así como los hombres representan el triunfo de la inteligencia sobre las costumbres…”
“…-Ser bueno es hallarse en armonía consigo mismo –replicó, acariciando con sus finos dedos pálidos el tallo débil de su copa-, la discordia surge cuando nos vemos obligados a estar en armonía con los demás. La propia vida, he aquí la única cosa importante. En cuanto a las vidas de nuestros semejantes, si se quiere ser un bergante o un puritano, puede uno juzgarlas moralmente, pero en realidad no nos conciernen. Además, el individualismo tiende a fines más elevados. La moralidad moderna consiste en la aceptación de los preceptos de nuestra época. Considero que el solo hecho de que un hombre culto acepte las pautas de su época, es una especie de inmoralidad crasa.
-Pero también es verdad, Harry, que si uno vive sólo para sí mismo se paga un precio terrible por ello –hizo notar el pintor.
-Sí, hoy se nos cobra demasiado por todo… Me supongo que la parte verdaderamente trágica de la vida de los pobres está en que no pueden alcanzar más que su propio renunciamiento. Los pecados bellos, como todas las cosas bellas, son el privilegio de los ricos…”
“…Es una triste verdad, pero hemos perdido la gracia para dar nombres bellos a las cosas. Los nombres lo son todo. Nunca discuto los actos, mi única objeción son las palabras con que se expresan. Esa es la razón por la cual odio el realismo vulgar en la literatura. Al hombre que llama al azadón “azadón”, habría que condenarle a usarlo, es lo único que le caería bien…”
“…hoy en día todo el mundo sabe el precio de las cosas y nadie conoce su valor…”
“…Hijo mío, ninguna mujer es genial. Las mujeres son un sexo decorativo. No tienen nunca nada que decir pero dicen cosas de una manera encantadora. Las mujeres representan el triunfo de la materia sobre la inteligencia, así como los hombres representan el triunfo de la inteligencia sobre las costumbres…”
“…-Ser bueno es hallarse en armonía consigo mismo –replicó, acariciando con sus finos dedos pálidos el tallo débil de su copa-, la discordia surge cuando nos vemos obligados a estar en armonía con los demás. La propia vida, he aquí la única cosa importante. En cuanto a las vidas de nuestros semejantes, si se quiere ser un bergante o un puritano, puede uno juzgarlas moralmente, pero en realidad no nos conciernen. Además, el individualismo tiende a fines más elevados. La moralidad moderna consiste en la aceptación de los preceptos de nuestra época. Considero que el solo hecho de que un hombre culto acepte las pautas de su época, es una especie de inmoralidad crasa.
-Pero también es verdad, Harry, que si uno vive sólo para sí mismo se paga un precio terrible por ello –hizo notar el pintor.
-Sí, hoy se nos cobra demasiado por todo… Me supongo que la parte verdaderamente trágica de la vida de los pobres está en que no pueden alcanzar más que su propio renunciamiento. Los pecados bellos, como todas las cosas bellas, son el privilegio de los ricos…”
“…Es una triste verdad, pero hemos perdido la gracia para dar nombres bellos a las cosas. Los nombres lo son todo. Nunca discuto los actos, mi única objeción son las palabras con que se expresan. Esa es la razón por la cual odio el realismo vulgar en la literatura. Al hombre que llama al azadón “azadón”, habría que condenarle a usarlo, es lo único que le caería bien…”
Oscar Wilde
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