A diferencia de Parménides, para Beethoven el peso era evidentemente algo positivo. "Der Schwe geffaste Entschluss", una decisión de peso, va unida a la voz del Destino ("es muss sein"); el peso, la necesidad y el valor son tres conceptos internamente unidos: sólo aquello que es necesario, tiene peso; sólo aquello que tiene peso, vale.
Esta convicción nació de la música de Beethoven y, aunque es posible (y puede que hasta probable) que sus autores hayan sido más bien los comentaristas de Beethoven y no el propio compositor, hoy la compartimos casi todos: la grandeza del hombre consiste en que carga con su destino como Atlas cargaba con la esfera celeste a sus espaldas. El héroe de Beethoven es un levantador de pesos metafísicos.
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