" Imagina un antro subterráneo que tiene una abertura por donde penetra la luz exterior, en esa caverna hay unos encadenados desde la infancia de manera que no pueden moverse y tan solo pueden ver hacia el frente. Fuera de la caverna a espaldas de esos hombres, brilla el resplandor de un fuego. Entre el fuego y los hombres encadenados hay un camino con un pequeño muro; por ese camino pasan otras personas llevando objetos de toda clase, como animales de piedra o de madera, figuras de hombres, cuyas sombras se proyectan sobre el fondo de la caverna. Cuando los transeúntes hablan, los encadenados oyen sus voces, como si procedieran de las sombras que ven proyectadas al frente. Uno de los encadenados logra salir de la caverna; la luz lo deslumbra, pero poco a poco empieza a habituarse, primero ve las sombras; luego, las imágenes de las cosas reflejadas en las aguas; después, las cosas mismas y por último, puede contemplar el sol mismo. Este hombre al regresar a la caverna, habla con sus compañeros para decirles que la realidad está afuera y que allí adentro de la caverna, sólo se ven las sombras. Los encadenados piensan que el hombre que ha salido se ha vuelto loco, se ríen de él y le dicen que si intenta sacarlos, los matarán ..."
Saramago
No hay comentarios.:
Publicar un comentario