martes, 30 de enero de 2007

Mi cuchillo

No, señor, para geografías e historias tengo con mis propias cosas y con lo que pueda ir leyendo, si me da la gana leer. Pero me producía rabia que afilaran mi cuchillo. Mi cuchillo es otro; tengo mi salvaje escondido, para despreciar, para destruir a mi antojo a cuantos quiera y como quiera. Matarlos, para mí, no para ellos, sin hacerles daño. Destruyendo pero para construir uno dentro de sí mismo su propia libertad de hacer lo que quiera. Destruyendo se vive. Ellos se destruyen entre sí, diciéndose grandes constructores de su personalidad y de la sociedad en que viven. Y cuando lo dicen -sí, lo dice mi hermanito presumido y majadero- se relamen de estúpida satisfacción.

No hay comentarios.: