"Cuando estaba yo en mi causa primera, no tenía a Dios...; me quería a mi mismo y no quería nada más; era lo que quería, y quería lo que era, y estaba libre de Dios y de todas la cosas... Por eso suplicamos a Dios que nos libre de Dios, y que concibamos la verdad y gocemos eternamente de ella, allí donde los ángeles supremos, la mosca y el alma son semejantes, allí donde yo estaba y donde quería eso que era y era eso que quería..."
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