domingo, 3 de agosto de 2008

Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.

1 comentario:

caballerita dijo...

jajaja
que fea etapa de adolescencia cuando no aguanta k los tatas le digan a uno cosas, despues uno entiende toda la sabiduria k solo dan los años, la vida