He ansiado, ¡Oh mi pájaro de singular necesidad!
Merecer la aflicción abismal,
Que lacera el sentimiento en las aciagas alturas
De tus soledades;
Padecer el naufragio de tu voluntad febril
En las inconmensurables lágrimas nocturnas,
Donde el devenir segundero de la libertad
Vierte penas graves
Sobre la tierra bondadosa
De un corazón profanado.